Para analizar un conflicto, el primer paso es decidir si el
conflicto o la disputa son reales o no:
El conflicto real se basa en diferencias bien entendidas de intereses, opiniones, percepciones, interpretaciones.
El conflicto irreal se basa en comunicaciones erróneas, percepciones equivocadas, malos entendidos. Casi todos los conflictos contienen elementos reales e irreales.
Es muy común encontrar hoy deficiencias en la comunicación,
pese a la existencia de gran cantidad de medios de comunicación. La
comunicación equívoca causa conflictos, o los agrava, por la influencia del
recuerdo de los anteriores sobre la interpretación de nuevos mensajes.
Una primera tarea del análisis de conflictos es comprobar la
calidad de la comunicación existente entre las partes. En los conflictos las
percepciones son tan importantes como los hechos.
Los objetivos de los
conflictos y la tensión del cambio
Los conflictos en general se producen porque alguien desea
efectuar un cambio, al cual otro se resiste, o quiere un cambio diferente.
Prácticamente todos los conflictos se basan en el esfuerzo por realizar cambios
o para resistirse a ellos, respecto de los bienes, los principios, el
territorio y las relaciones en juego. Por ello, hay que analizar el conflicto
definiendo quien está tratando de cambiar algo, quien se opone al cambio, qué
se quiere cambiar y porqué.
Los niveles de agresividad
en los conflictos
La agresividad es siempre un factor presente en los
conflictos y en muchos casos es su fuerza motivadora. La agresividad es un
fenómeno humano natural, que tiene aspectos positivos y aspectos negativos.
Podemos reconocer,
pues, la existencia de una agresividad constructiva, controlada,
disciplinada, encauzada, que se manifiesta en la energía necesaria para
realizar proyectos, vencer dificultades, defender principios, valores y
derechos y difundir ideas positivas.
La agresividad destructiva puede ser consecuencia de
frustraciones, o respuesta a situaciones de inseguridad personal o social.
Puede ser vista también como un vestigio de las etapas primitivas de la
evolución humana.
Las conductas
conflictivas de las personas y los grupos
Hay mucha diferencia entre una conducta agresiva destructiva
y una conducta agresiva constructiva, o decidida. Es muy importante aprender a
tener conductas decididas, comprendiendo la diferencia entre decisión y
agresividad, ayudando a las personas a afirmarse pero respetando los derechos
de los demás
Eduardo Jorge
Arnoletto (CV) los conflictos en los procesos sociales. Recuperado el 12 de 03
de 2016, de http://www.eumed.net/libros-gratis/2013b/1346/#indice
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